A lo largo de esta entrada, te explicamos un serie de consejos para cuidar tus plantas. Aunque puedan parecer sencillos, serán realmente eficaces y pronto tus plantas lucirán fuertes y sanas.
Consejos para cuidar tus plantas
No necesitas ser un experto en jardinería o botánica, pero es clave conocer algunos cuidados básicos que necesitan las plantas para desarrollarse.
Agua
Las plantas de interior, al tenerlas dentro de casa, necesitan un riego menos frecuente que las que se encuentran en el exterior. Ya que, por lo general, reciben menos luz solar y están menos expuestas al viento. Por ello, uno de los principales errores que se cometen es regar las plantas en exceso.
Para intentar evitar que las raíces se pudran por encharcamientos, lo mejor es utilizar un macetero que sea de un material transpirable, así como un sustrato ligero y bien aireado. También, hay que revisar periódicamente que los agujeros de los recipientes no estén obstruidos.
Por supuesto, las cantidades específicas de agua que las plantas necesitan variarán según el tipo de planta. Ya que si una planta no recibe la cantidad de agua suficiente se secará. Sabremos que le falta agua al ver que la tierra está seca y, si la notamos húmeda, nos abstendremos de regarla más.
Siempre usa agua tibia para tus plantas ya que el agua fría puede generar un shock en las raíces, lo cual dañará la planta. Si utilizas agua del grifo, lo mejor es dejarla reposar durante 24 horas para que se evapore la mayor cantidad de cloro posible.
Las características que tenga el agua de riego es un aspecto fundamental para la salud de nuestras plantas. Por ello, en nuestro blog tenemos un artículo dedicado a mejorar la calidad del agua de riego.
Luz
La luz es fundamental para las plantas, pues les da energía para alimentarse y convertir el anhídrido carbónico en almidón y azúcar. Por ello, es importante ubicarlas en lugares con luz apropiada para cada especie y variedad. Algunas necesitan sol y otras sólo sobreviven en la sombra. Si ves que crece bien en un lugar no la cambies a otro.

La luz natural es la más intensa y poderosa, y por eso es bueno procurar que todas las plantas, incluso las de interior, accedan a la luz natural al menos durante algunas horas al día.
Temperatura
Los cambios bruscos de temperatura o las corrientes de aire son otro problema habitual para las plantas de interior, que suponen con frecuencia la pérdida de sus hojas. Además, los niveles de humedad de las casas tienden a ser menores que los niveles de humedad fuera de ellas. Como resultado, es común que las plantas domésticas se sequen debido a la falta de humedad.

Un aspecto a tener en cuenta es alejar a las plantas de las corrientes de aires procedentes del aire acondicionado o calefacción, ya que secará las hojas de la planta.
Abono
Las plantas necesitan ciertos nutrientes más allá del riego y del sol para crecer. Además, no todas tienen las mismas necesidades ni se puede caer en generalizar que cualquier abono sirve para cualquier planta. Siendo de vital importancia elegir el adecuado para nuestra planta y utilizarlo en mayor medida, durante la época de crecimiento.

Los abonos para plantas pueden encontrarse en dos versiones: con carácter sólido o en forma líquida. Los abonos líquidos tendrán un efecto mucho más inmediato en el aporte. Bastará con diluirlos en el agua de riego para que, desde el primer momento, la planta comience a nutrirse. Por el contrario, los abonos sólidos granulados ofrecen una dosificación más precisa, liberando los nutrientes que contemplan de forma gradual.
Cambio de macetero
A medida que vaya creciendo, la planta necesitará un recipiente mayor para que sus raíces puedan desarrollarse y absorber una cantidad mayor de nutrientes y agua.
Por lo general, no es bueno que las raíces se encuentren apretadas, ya que estas tienden a enrollarse y acaban por ocupar todo el espacio, quedándose sin aire. Siendo necesario, cambiar la planta a un recipiente de mayor tamaño y añadir el sustrato adecuado.