Existen diferentes métodos para regar las plantas. Sin embargo, lo primero que debes saber es las necesidades de tu planta, ya que estas varían de una especie a otra.
El riego en plantas delicadas
En este caso, la mejor forma es regar desde abajo. Tiene por contra que tardarás más tiempo pero de esta forma te asegurarás de que las plantas solo absorban el agua que necesitan, evitando excesos, y todo sin salpicaduras.
También puedes utilizar un plato hondo lo suficientemente ancho para que entre toda la base de la maceta, llena el plato hasta la mitad con agua y coloca sobre ella la maceta durante 10-20 minutos. De esta forma, la planta sólo absorberá el agua que necesita.
Otro aspecto a tener en cuenta, es la cal que tiene el agua del grifo. Por lo que es conveniente el riego con aguas blandas o destiladas.
Riego por inmersión
Consiste en sumergir la maceta en agua y dejar que el suelo se humedezca en su totalidad. Sólo recomendamos este tipo de riego para plantas que estén muy secas y lo hayan pasado mal por falta de agua.
Plantas que necesitan mucha agua
Las plantas que requieren más agua son las hortalizas y árboles frutales, sobre todo durante la época de crecimiento de las frutas y verdura. Por lo tanto, un sistema de riego por goteo será la forma más cómoda si tienes poco tiempo o viajes.
El césped también precisa de mucha agua para estar verde y atractivo. Es recomendable que elijas las variedades más resistentes a la sequía, aun así deberás regarlo casi a diario en los meses de verano.

Adapta tu riego según las estaciones del año
En los meses más calurosos, el riego deberá ser abundante. Aunque evita regar durante las horas del día que hace más calor, ya que el agua se evaporará con más rapidez y el sol podría quemar las hojas.
Las plantas de interior no necesitan tanta agua durante el otoño y el invierno, eso significa que habrá que reducir la frecuencia de riego. También es recomendable regar por la mañana para que el agua tenga tiempo de evaporarse durante el día evitando que se hiele sobre la planta.
Finalmente, durante la primavera deberás incrementar nuevamente la frecuencia del riego ya que comienza la fase de floración de la mayoría de las plantas.
Cómo evitar ahogar las plantas
Hay que tener en cuenta que se mueren más plantas por exceso de riego que por falta de agua. Esto se debe a que el riego excesivo pudre las raíces y provoca la muerte de las plantas. Por lo tanto, con el riego siempre es mejor quedarse corto que pasarse.
Un riego abundante favorece más a las plantas con flores, en especial durante la época de floración (primavera-verano). Sin embargo, evita echar agua sobre las hojas y flores, a menos que tu planta específicamente lo requiera.
Si tu planta es de riego escaso, como los cactus y suculentas, puede soportar hasta que se seque un tercio de la parte superior de la tierra entre cada riego.