Posiblemente nunca antes lo habías escuchado, pero la leche puede ser usada de múltiples formas en las plantas ornamentales que tenemos en casa. Descubre cuáles en este artículo de nuestro blog.
Excelente limpiador
Podemos usar la leche para conseguir que las hojas brillen más. Para ello, sólo tenemos que humedecer un trapo con leche entera y pasarlo suavemente por las hojas de las plantas.
Fungicida preventivo
Funciona como fungicida y se debe preparar una mezcla que tenga 10 partes de agua y 1 de leche. Después, se vierte en un spray y se rocía la planta, tanto en las hojas como en el tallo, y se deja actuar por 24 horas.
Sin embargo, es importante respetar esta fórmula, ya que si se le añadiese más leche de la que toca, sería peor el remedio que la enfermedad pues aparecerían otros tipos de hongos. Por otro lado, si la planta fue atacada con hongos, a la mezcla anterior se le puede agregar bicarbonato de sodio y en un vaporizador se añade un cuarto de leche, un litro de agua y 2 o 3 cucharadas de bicarbonato. En seguida, se agita la mezcla para que los ingredientes se integren y, por último, se aplica en las zonas afectadas.
Fertilizante natural
Puedes usar hasta 1/2 litro de leche diluida por cada metro cuadrado de jardín para que la población de microorganismos beneficiosos aumente en la tierra, resultando en unas plantas más sanas. Por lo tanto, la leche es un excelente fertilizante del suelo.
¿Se pueden regar las plantas con leche?
La leche no se evapora tan bien como el agua pura porque es una sustancia mucho más pesada y está repleta de otros nutrientes y grasas. En las plantas, el agua se evapora a través de las hojas de la misma forma que el sudor se evapora de nuestra piel, lo cual mantiene a las plantas frescas. Si estas fueran regadas con leche, la evaporación sería mucho más dificultosa y produciría un exceso de temperatura.
Por lo tanto, no es aconsejable regar las plantas directamente con leche. Sin embargo, en pequeñas cantidades, la leche puede aportar beneficios a las plantas siendo la solución adecuada una parte de leche y 10 partes de agua para contrarrestar la viscosidad natural de la leche.