A todos nos encanta tener plantas de interior en casa, ya que aportan un toque de naturaleza y también por su valor como purificadoras de aire. Sin embargo, si tienes en casa perros o gatos es importante que sepas qué especies pueden resultar peligrosas para ellos, si las ingieren o mordisquean.
Plantas de interior inocuas para mascotas
A continuación, te mostramos un listado de plantas de interior con las que tu mascota podrá convivir sin ningún tipo de riesgo:
Clivia
Su nombre científico es Clivia miniata y pertenece a la familia Amaryllidaceae. Si bien el término Clivia representa a un género compuesto de 6 especies botánicas, la Clivia miniata es la especie más conocida.
La Clivia es una planta muy popular por su gran resistencia y por la belleza de sus flores. Es adecuada para adornar interiores como patios y portales. El origen de la Clivia se encuentra en Sudáfrica.

Las flores aparecen por primavera y, generalmente, suelen ser de color rojo y anaranjado, pero también existen variedades de flor amarillenta. Sin embargo, sus hojas solas sin flor también resultan muy decorativas.
Helecho
Los helechos (taxón Filicopsida, Pterophyta, Filicinae o Polypodiophyta) son plantas vasculares sin semilla (pteridofitas), cuyas características morfológicas más sobresalientes son sus hojas grandes («megafilos» o «frondes»), usualmente pinadas y con prefoliación circinada.

Como vimos en el artículo de nuestro blog sobre plantas colgantes, el helecho es perfecto para colgarse en un lugar sombrío o con luz indirecta. Hay que regarlo frecuentemente pero con poca agua y evitando encharcamientos.
Por otro lado, su temperatura ideal son los 18ºC y requiere de un grado de humedad alto, por lo que muchos deciden colocarlo en el baño. El helecho es una planta muy decorativa que nos encanta y que no causará ningún tipo de daño a tu mascota.
Chamaedorea
Conocida como palmera de salón, es la típica que se tiene en maceta dentro de casa, por ejemplo en el salón al lado del sofá. La Chamaedorea elegans es una especie de pequeña palmera nativa de las selvas tropicales del sur de México y Guatemala.

Es tan fácil de cultivar que se ha ganado un papel indiscutible dentro del grupo de plantas de interior resistentes que aguantan lo peor. Es de crecimiento muy lento y, puntualmente, de la inserción de las hojas con el tallo salen los tallos florales de color verde amarillento que contrastan con el color verde oscuro de sus hojas.