Las plantas ornamentales sin flores pueden ser una magnífica opción para decorar tu hogar u oficina. Muchas plantas no producen flores en ningún momento de su vida, a este grupo de vegetales se les denomina, en Botánica, plantas criptógamas.
Plantas ornamentales sin flores
La belleza de estas plantas reside en sus tallos o troncos y en sus hojas. Son especies que quedan muy bien y se suelen adaptar perfectamente a las condiciones del interior de las viviendas. A continuación, te mostramos algunas de estas plantas que podrás comprar en cualquiera de nuestros viveros:
Aspidistra
Las aspidistras destacan por sus grandes hojas verdes. En cuanto a sus necesidades, son muy resistentes y apenas necesitan luz, por lo que son capaces de sobrevivir en zonas donde otras plantas perecerían, como en un pasillo.

Son plantas ornamentales cultivadas tanto en interior como exterior, originarias de China, Himalaya y Japón. Dónde ocupan los suelos boscosos bajo la sombra de árboles y arbustos.
No toleran los excesos de riego, pero no te darán mucho trabajo cuidarlas en casa. Basta con asegurarte de que tengan poca luz y añadirle nutrientes para mantenerlas siempre saludables y vivas.
Sin embargo, su crecimiento es muy lento por lo que el aporte de abono solo será necesario durante los meses de verano (cuando se riega más a menudo).
Otro de los motivos de su éxito como planta ornamental es la sencillez con la que se multiplica. Para tener nuevas aspidistras basta con dividir la mata principal de la que, con el tiempo, van brotando nuevas aspidistras.
Helechos
Los helechos son plantas perennes sin semilla (Pteridofitos), con grandes hojas y son habitantes naturales del sotobosque. Son ideales para el interior de viviendas puesto que se desarrollan mejor en sitios de sombra.

Los helechos proceden mayoritariamente de zonas con clima temperado y húmedo, es por eso que será necesario mantenerlas en un entorno con humedad elevada.
Será importante colocar los helechos en un lugar apropiado para que reciban luz, pero de forma indirecta.
La temperatura a la que se mantengan los helechos debe ser de aproximadamente 20 ºC, pudiendo bajar de los 15 ºC, aunque no crecen bien.
Es conveniente regar la tierra de la maceta del helecho, un poco todos los días, pero evitando siempre que se llene completamente de agua. Lo ideal es, además, rociar el helecho con agua con la ayuda de un difusor o spray.