Cuando hablamos de planta ornamental más resistente, no hay mejor candidata para ese puesto que la sansevieria. Una planta originaria de Sudáfrica también llamada «lengua de tigre» por la forma de sus hojas: afiladas y acabadas en punta, intensamente verdes con matices grisáceos y con filos amarillos en los costados.
¿Qué cuidados necesita la Sansevieria?
Cuando hablamos de iluminación, la sansevieria puede sobrevivir tanto a pleno sol como en zonas de interior que cuenten con poca iluminación. Eso sí, siempre se desarrollará mejor cerca de una fuente de luz natural como puede ser al lado de una ventana.
En cuanto a la temperatura, admite ambientes cálidos de interior aunque lo ideal es que durante el invierno la mantengamos en ambientes en torno a los 15 grados. Decimos que es ideal pero no es imprescindible, ya que esta planta admite ser plantada en exterior. Incluso puede estar expuesta a heladas débiles de hasta 3 grados bajo cero.
Otro aspecto destacable de la sansevieria es que apenas necesita riegos, de hecho es preferible que la tierra esté seca a que esté húmeda, puesto que el principal enemigo de esta planta es el exceso de riego.
Tampoco necesita que la calidad del suelo sea buena, basta con que tenga un buen drenaje. Sin embargo, si quieres que crezca lo más saludable posible es aconsejable que utilices un un sustrato especial para cactus, que tenga una mayor proporción de arena.
La belleza de las sansevierias
Por todo lo mencionado anteriormente, la sansevieria es la planta ideal para personas que no tienen buena mano con la jardinería o que simplemente nunca han tenido plantas antes en casa. Pero más allá de la resistencia de esta planta, la sansevieria cuenta con una estilo rústico, bellas hojas largas y verdes con filos amarillos que aportan un toque de naturaleza a cualquier rincón del hogar.
Por su particular diseño es una planta que queda muy bien tanto en solitario como en composiciones con plantas verdes o con otras plantas suculentas. En cuanto a su desarrollo es de crecimiento lento y suele florecer después de muchos años de cultivo durante la época de primavera-verano.
